Resumen:
El presente trabajo pretende analizar a partir de un estudio de caso la relación entre Arte e Indumentaria; para ello se trabajará la obra de la artista plástica Marta Sánchez.
Si bien esta relación no es nueva en el mundo del arte globalizado, la obra de Sánchez y su experimentación estética está arraigada en la historia de los vaivenes sociales de nuestro país. Es decir, la utilización del textil y el indumento como recurso expresivo le permite a esta artista dar cuenta de situaciones históricas que caracterizaron el devenir de la Argentina.
Por otro lado la metáfora de la segunda piel como el concepto de estetización de la vida cotidiana (1)permiten a su vez el análisis de la convergencia de arte y diseño, por tanto también posibilitan la indagación sobre la obra de esta artista. Es así como la metáfora de la segunda piel desplaza el registro meramente icónico hacia superficies portadoras de memorias propias que se entrelazan con los devenires nacionales y convierten la obra en una síntesis estética de esta latitud. La operación de descripción plástica parte desde lo particular, la micro historia personal y familiar, y se proyecta hacia lo universal. Dentro de esta concepción universalista el concepto de estetización de la vida cotidiana emparenta el discurso plástico de Sánchez dentro de los límites de la tardomodernidad.
En síntesis, una artista de su tiempo atenta al presente y al pasado que se proyecta en el campo del arte a partir de elementos propios de la concepción textil.
Breve biografía de la artista Marta Sánchez:
Nació en Buenos Aires en 1960, lugar en el cual reside en la actualidad.
Si bien su formación se inició en la niñez, en los talleres de dibujo de una academia barrial, recién hacia 1992 comenzó a asistir los talleres ofrecidos por el Banco Cooperativo de Caseros donde tomó clases con el maestro Gerardo Granda.
Por otro lado desde finales de la década del 70 se desarrolló en el campo del diseño de indumentaria creando su propia marca de indumento para niñas.
Entre 1995 y 1997 fue alumna de la Escuela de Artes Visuales Antonio Berni, lugar dónde se formó con Azucena Festino, Mercedes Cuñetti y Francisco Cabestany Piñol.
Hacia 2001 ingresó al Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) del cual egresó como Licenciada en Artes Visuales. En esta institución asistió a los Talleres proyectuales dictados por Pablo Siquier, Alfredo Portillos y Javier Sobrino. Con posterioridad concurrió al Taller de Juan Doffo.
Participó como asistente de producción en la muestra institucional «Aquellos Años 40» en Expotrastiendas en el año 2007.
Dentro de la tarea docente se desempeñó como ayudante de la Cátedra Castex de Lenguaje Visual V en el IUNA entre los años 2007-2008. Desde el 2011 actúa como docente de Arte especializada en personas con capacidades diferentes en la Fundación Nuestra Señora del Hogar perteneciente a la obra del padre Mario.
Obtuvo en 2010 el segundo premio en la sección Arte textil del Salón Nacional de Artes Visuales. Como asociada del CAAT (Centro Argentino de Arte Textil) expone regularmente en las muestras y salones de su especialidad. En 2011 expuso en el Museo de la Mujer y en ARTEBA en el espacio del Banco Ciudad. En 2012 participó de la Bienal Textil promovida por el CAAT en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Arte y textil en la obra de Marta Sanchez.
El ejercicio del oficio textil desde muy temprana edad signa el recorrido artístico de Marta Sánchez. Las telas, las texturas, los hilos y los botones logran la emergencia del fragmento. En América (2007), a la sintaxis del fragmento textil se suman signos que devienen símbolos de la humanidad, vestigios de vida que a partir de la incorporación del registro escrito afirman: “somos gente”. En estos primeros trabajos la sujeción a las dimensiones del sistema cuadro contiene el grito, la reflexión existencial de la artista que comienza a explorar como buscando las hilachas de su historia propia.
En Fragmentos de 2008 la obra emerge por voluntad propia y se expande en el espacio. Los elementos materiales de construcción de la misma siguen siendo los propios del ámbito textil: hilos y cordones desmenuzados de gasas quirúrgicas. Estos hilos forman tramas que se convierten en redes que remedan las telas de araña como primera artífice natural de la pieza textil. La idea que sostiene este trabajo es la de la materia cambiante, como en la naturaleza estas redes se pueden comprimir en un espacio pequeño pero también se pueden expandir generando luces y sombras que modifican el entorno. El textil es fragmento y la trama y los objetos propios de la costura devenidos en iconos no sólo son sostén expresivo del arte de Sánchez sino también deviene memoria e identidad. Como parte de la estética tardomoderna la artista vuelve, en este caso, a trabajar en el límite de los recursos materiales descontextuados para articular su propia praxis poética.
Pero el textil y la costura son marcas también de la memoria familiar de Marta Sánchez. La abuela inmigrante identificada como “costurera” en la libreta de trabajo, se transforma en el leit motiv de la producción estética de esta artista. Esta reflexión sobre la propia historia familiar la confronta con tesoros (2) perdidos alojados en la antigua valija que, apropiada por la artista, se convierte en el punto de partida de la exploración identitaria. En la figura de la inmigrante se conjugan los vaivenes que pueblan también el imaginario de nuestro país. Marta piensa en forma recurrente a Asunta (su abuela) en el arribo a Buenos Aires ataviada con un abrigo, cobijo de sueños y esperanzas sosteniendo una valija motivo de la idea inicial. De esta forma elabora Migrante en 2010. Esta pieza compleja está conformada por un tapado y una maleta. El abrigo, en tanto metáfora de la segunda piel, cubre, protege pero en este caso particular la materialidad del mismo es soporte de la memoria colectiva. La prenda está enteramente realizada con negativos fotográficos que la artista recogió desde el 2006. De esta forma el fotograma en tanto registro icónico muta en cobijo de la memoria tanto propia como ajena. El celuloide convertido en indumentaria transforma el registro en segunda piel. El desplazamiento de sentidos le permite a la autora reunir en una operación única el buceo en su identidad personal que se convierte a su vez en reflexión cultural: (3) “Muchos migran de países, otros, lo hacen desde sus inquietudes personales para creer que existe un futuro diferente al que les fue signado. Ante algunas circunstancias de la vida, siempre seremos migrantes”.
Similar operación encontramos en Pañuelo blanco de 2011. La alusión directa al pasado reciente de nuestro país no impide a la artista seguir trabajando con la idea del textil devenido material estético dando cuenta del proceso interior e intelectual de su praxis poética. La parte por el todo, es decir la utilización de la metonimia contextúa la obra en el derrotero general de nuestro pasado reciente. El pañuelo tomado con alfileres y cocido con hilo celeste se recuesta en un fondo de positivos, en este caso fílmicos. El cine como metáfora de lo arquetípico sirve de lecho a la historia reciente simbolizada en el pañuelo.
La trabajosa técnica de doblegar el fílmico, continúa en 2012 y se conecta con la propuesta del 2010. Es el turno de Mujercita, en este caso el material corresponde a copias del cine mudo, copias en 16mm de películas de Chaplin, que se transforman otra vez en segunda piel y en símbolo y reflexión sobre lo femenino. Los corpiños y las gasas flotan en la instalación como si fueran vírgenes etéreas que comienzan el camino de la femeneidad. La reunión de la memoria fílmica y de los primeros pasos de la adolescencia de una mujer, simbolizados en el primer corpiño, vuelven a marcar el recorrido de la obra de Sánchez: “parto de lo particular como conocimiento cierto para luego jugar y elaborar las propuestas propias”. (4) En el esfuerzo por contar la propia historia, la artista se comunica con la esencia de buena parte de la meditación universal del ser mujer en tanto biología y existencia físico espiritual.
Algo similar ocurre con la obra Subrogada, reflexión certera sobre el alquiler de vientres, los negativos agregan un plus simbólico a este interrogante sobre los posibles “usos” del cuerpo femenino. ¿De qué forma juegan en este caso la identidad tanto individual como colectiva? Parece preguntarnos la artista. La respuesta queda entonces en mano de cada quien; el trabajo de Marta Sánchez queda planteado y nos obliga al menos a pensar.
Algunas palabras finales:
En la obra de Sánchez, el textil en sí mismo es sostén de la reflexión estética. El volumen, la corporeidad en tres dimensiones, las tramas y los objetos propios del campo textil marcan la impronta de la mirada cultural contemporánea. Si bien la resultante estética de esta artista refiere a universos propios, estos convergen en la necesidad del buceo tanto en la historia familiar como en los recuerdos de la niñez. Los pretéritos se vuelven presente en las obras y se inscriben en la tardomodernidad. A menudo la utilización de la metonimia como recurso expresivo presenta el fragmento a modo de sugerencia de las lecturas posibles de la obra. En ese recorrido de estetización de la vida cotidiana, el ser mujer, el habitar en la Argentina y el ser artista rubrican un pensamiento que, por un lado, la conecta con preocupaciones universales propias del género femenino, pero por el otro la territorializan en un tiempo y en un espacio preciso.
El recurso textil, en estos caso presentado, no sólo es referencia del mundo del diseño sino también marca poética de la obra de esta artista, el juego de texturas se transforma en recurso expresivo que parte de lo particular y se proyecta a lo universal.
En síntesis la memoria propia transformada en gesto cultural enmarcado en una situación histórica que nos convoca a la reflexión cultural de nuestro aquí y ahora.
Pequeña coda: La intervención estética de las alumnas de Cátedra Leonardi junto a Marta Sánchez.
A propósito de celebrarse los 25 años de la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil el día 26 de Setiembre del corriente año la artista visitó FADU y junto a las alumnas y docentes de cátedra Leonardi se realizó el taller “Elementos que usamos para otras cosas. Praxis poética de los textiles”.
De esta forma los propios alumnos, luego de la charla con la artista, realizaron la intervención de un lienzo de gasa y lograron también ponerle nombre a este acercamiento entre el arte y el diseño:
Bibliografía:
Vattimo Gianni, (1996). El fin de la modernidad, nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna. Gedisa, Barcelona.
Vattimo Gianni, (1990) La sociedad transparente. Paidós, Barcelona.
Recursos Web:
Entrevistas:
Entrevista realizada por Rosana Leonardi a la artista Marta Sánchez el 27/01/2014.